Bien hizo, entre las pocas cosas, el expresidente Abel Pacheco (2002-2006) en decretar la prohibición al maltrato de las ballenas y delfines en nuestro país. El decreto presidencial incluía no aproximarse a determinada distancia de estos ejemplares, no tocarlos y mucho menos cazarlos y matarlos. Ahora recién en esta Administración firmaron un decreto copia fiel, o sea, "albarda sobre aparejo".

Hace unas pocas horas dimos seguimiento, vía internet, a unas crueles imágenes de la matanza de ballenas y delfines por la flota ballenera de Japón. Los miembros de la ONG norteamericana "Sea Shepherd Conservation Society" siguen denunciando ante el mundo lo que ocurre contra las ballenas y delfines. Las autoridades de Japón siempre autorizan la temporada de caza con determinado número de delfines a capturar, en esta oportunidad resultó la descomunal cifra de 24.000 delfines.

Esta práctica contra los delfines no está regulada por ningún ente internacional, son atrapados a arponazos en alta mar, los rodean llevándolos hasta la playa donde los dejan desangrar por las heridas, representando una larga agonía para estos cetáceos. Los países como Japón, Noruega, Islandia, Groenlandia y Las Islas Feroe son los principales exterminadores de las ballenas, ignoran los principios de la precaución en la preservación de la vida marina, además de atentar contra el patrimonio natural del mundo.

Los cazadores de ballenas y los delfines ponen en riesgo a la salud de los ciudadanos con el consumo de la carne de estos cetáceos, ignorando, "deliberadamente" , la alta toxicidad de la carne de ballena y de delfín para el consumo humano. El riesgo de su consumo es debido a la alta concentración de mercurio presente en esta carne lo que las hace tóxicas para los humanos; los científicos japoneses defienden su posición (artículo en Polar Biology) de que hace falta matar ballenas para "estudiarlas".,este cuento, a manera de excusa la viene dando Japón desde 1986.

Basado en este estudio, desde 1986 al 2009 los científicos han capturado 5748 ballenas para investigación. Es importante conocer que el Instituto de Investigación de Ballenas de Japón amenaza seriamente la conservación de especies de ballenas, aunque argumentan que las capturan para investigación, comercializa la carne obtenida en el mercado japonés, incluyendo alianzas con asociaciones de chefs para promover la carne de ballena como ingrediente de la cocina occidental para la creación de platos como hamburguesas, pates y helados de ballena.

Las campañas para occidentalizar el consumo de cetáceos, evidencia que la carne de ballena no forma parte de la tradición culinaria nipona como argumenta Japón. Por lo pronto ¡SALVEMOS LAS BALLENAS EN COSTA RICA!.