San José.- Los diputados de la Comisión Permanente Especial de Derechos Humanos, se vieron obligados a enviar al archivo el expediente 16390 por medio del cual se intentó hacer realidad la unión civil entre personas del mismo sexo.

Dicho expediente fue ingresado a la corriente legislativa a finales del 2006, por los anteriores legisladores Ana Helena Chacón de la Unidad Social Cristiana, José Merino del Río del Frente Amplio y Carlos Gutiérrez Gómez del Movimiento Libertario, pero los tres retiraron sus respectivas firmas, lo que obligó a los actuales congresistas a enviarlo al archivo.

La legisladora liberacionista Annie Saborío Mora, —recientemente presentó a la corriente legislativa un proyecto sobre la misma materia—, sostuvo que esta iniciativa debía anularse por cuanto la propuesta regulaba “un matrimonio civil disimulado, con lo que no estamos de acuerdo”.

La verdiblanca afirmó que en el proyecto que presentó se regulan asuntos sobre herencias, derechos de vivienda, visitas a hospitales o cárceles,”porque esos sí son temas de derechos humanos, no lo que estábamos discutiendo hoy, que era un proyecto que disimulaba civilmente un matrimonio”.

Una posición totalmente diferente sostuvo la legisladora de Acción Ciudadana, PAC, Carmen Muñoz Quesada, quien calificó como “lamentable” que justo una comisión de derechos humanos del Parlamento de la República tome estas decisiones.

“Tengo la impresión y lo digo sin temor a equivocarme, que lo que priva acá es la intensión de no votar, por lo menos durante este gobierno, ninguno de los proyectos de ley tendientes a reconocer las uniones de las personas no heterosexuales en sus derechos”.

Muñoz Quesada manifiesta que el nuevo proyecto presentado por su colega verdiblanca difícilmente va a ser consensuado, pues afecta 46 leyes de la República, tiene 116 artículos y “es parte de una estrategia dilatoria para no reconocer la realidad”.

Para la representante rojiamarilla, con estas acciones se pretende tapar el sol con un dedo porque las parejas no heterosexuales, conviven con el resto de la sociedad desde tiempos inmemoriales y eso seguirá así siempre.

Insistió que más bien si este se ve “como un fenómeno absolutamente natural, facilitaría que una sociedad como la nuestra sea mucho más amplia, democrática y se desarrolle y crezca en materia de derechos humanos”.