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San José.- Con el reto de trascender el conocimiento académico y convertirlo en acciones que contribuyan a reducir el impacto de los desastres, se inició hoy el Primer Congreso Nacional de Gestión del Riesgo, como preámbulo para el II Foro Nacional que está programado para el miércoles y jueves de esta semana.

La presidenta de la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias (CNE), Ing. Vanessa Rosales, el Rector ai de la Universidad de Costa Rica, Carlos Villalobos y el coordinador del Congreso, Marcos Adamson, dieron la bienvenida a una audiencia superior a los 300 participantes.

La presidenta de la CNE, Vanessa Rosales, hizo un llamado a los participantes para que el producto del trabajo académico que se realizará en las mesas de trabajo, puedan trascender y sirvan como experiencia para reducir la vulnerabilidad para evitar o disminuir el impacto de los eventos naturales a nuestras poblaciones.

Afirmó que los costarricenses debemos aprender a no reconstruir la vulnerabilidad.  No es de extrañar que un periodo lluvioso como el que hemos experimentado en los últimos días, haya encontrado una infraestructura vial deficiente y deteriorada.

Por su parte, Carlos Villalobos de la UCR abogó para que los expertos y expertas puedan aprovechar las herramientas para planificar mejor el modo de vida de nuestras poblaciones y salvarles la vida a las personas.

“No hay profecías capaces de avisar el lugar y la hora de la próxima emergencia, No hay brujos que sepan con certeza, dónde saltará el tigre del calentamiento global, que nos pisa los talones”, dijo.  Pero si existe el conocimiento necesario para planificar mejor el uso del territorio.

El Congreso-Foro es fortalecido con la participación de un importante grupo de expertos y expertas nacionales e internacionales y que laboran en diferentes sectores e instituciones, tanto públicas como privadas.

También, existe una valiosa participación de especialistas y lecciones, tales como de Chile, México, Estados Unidos y organismos internacionales como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, el Fondo de Emergencias de México, (FONDEM) y observadores de Centro América, del CEPREDENAC, entre otros.

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