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San José.- Pobladores de Barra del Colorado pegaron el grito al cielo por el descuido que, por muchos años, han estado por parte del Estado costarricense, en cuanto a acceso a servicios como agua potable, tenencia de tierra, fuentes de empleo, seguridad, atención de la pobreza, salud y educación.

Así lo hicieron ver durante una serie de reuniones que sostuvieron vecinos de la zona con una delegación de la Defensoría de los Habitantes, quienes realizaron una inspección a la zona para escuchar de boca de los lugareños para verificar qué aspectos pueden estar aquejando a esa población.

El grupo de la Defensoría fue encabezado por el Defensor Adjunto de los Habitantes, Luis Gerardo Fallas Acosta, quienes estuvieron en las comunidades que se encuentran al margen del río, Colorado Sur, con una población de aproximadamente 300 habitantes y Colorado Norte, con alrededor de 700 personas. Colorado Sur, cuenta con escuela, un ebais y la pista de aterrizaje. Colorado Norte cuenta con los mismos servicios y además tiene un colegio. Ambas comunidades cuentan con servicio eléctrico y telefonía pública y red celular. Pero a pesar de estas inversiones públicas, aún falta, muchas cosas que resolver en la zona y que requiere de una mayor participación estatal en la búsqueda de respuestas efectivas, según los vecinos. Entre los principales problemas señalados están:

La tenencia de la tierra. Estas comunidades se encuentran dentro de un área protegida o refugio, por la diversidad de flora y fauna. Además las tierras por disposición de ley, fueron entregadas a JAPDEVA. Esta realidad provoca que quienes habitan esta tierra, muchos con más de 50 años, no cuenten con un título de propiedad, que les permita ser sujetos de crédito o que puedan calificar para un bono de vivienda, son pobladores, con escasas fuentes de ingresos y sin tierra, más que para cultivos de autoconsumo.

Desempleo. No hay fuentes de trabajo para estas personas, quienes para subsistir, tienen dos alternativas, o pescan o trabajan para el turismo que no se ha desarrollado, precisamente, porque en un territorio con las características apuntadas, nadie tiene el dinero para desarrollar un proyecto de mediano impacto.

Seguridad. Los problemas en nuestra frontera, han profundizado la situación de temor que viven los pobladores, pero en particular los pescadores, quienes desde hace mucho tiempo, viven el problema de que aún pescando en aguas nacionales, las patrulleras nicaragüenses los interceptan, los llevan a tierra nica y decomisan sus embarcaciones, las multas son de entre mil quinientos y dos mil quinientos dólares.

En tierra, lo normal es que en Colorado Sur, existe una “delegación de la policía” que consiste en un tugurio hecho de latas de zinc, precisamente eran las bodegas donde se almacenarían los materiales para la construcción de una delegación que nunca nadie concretó. Los policías no cuentan con lanchas, u otro medio de transporte acuático o terrestre, que les permita realizar su trabajo. Es así como un problema en Colorado Norte, no puede atenderse con rapidez, porque no hay cómo cruzar el río.

Educación. La Defensoría de los Habitantes se encontró con la sorpresa de que al no contar con supervisión, los docentes de la zona se ausentan de sus trabajos con frecuencia, que la interrupción del curso lectivo es la norma y no la excepción.

Salud. Tanto en Colorado Norte como Sur, existen instalaciones que permiten asegurar que en esta materia existe una excelente infraestructura y para los vecinos del sur, la atención es muy buena. Sin embargo, los de Colorado Norte, hicieron denuncias graves, en contra del personal del ebais del Sur y reclaman que pese a contar con instalaciones, desde hace algún tiempo, el personal fue trasladado al Sur, teniendo que cruzar el río para que se atienda cualquier enfermedad o accidente.

Agua Potable. No hay agua potable, la forma en que “solucionan” esta necesidad es por medio de pozos que se contaminan en cuanto hay una crecida del río.

Transporte. Según los vecinos, la empresa que transporta las personas de Cariari a Puerto Lindo, cobra en exceso y no ha habido forma, pese a las denuncias, de que alguien detenga esta situación.

Atención a la pobreza. Según los pobladores, pese a la situación de miseria en la que viven algunos de sus vecinos, las instituciones encargadas de atender esta situación, están ausentes de la zona.
  
En condiciones como las descritas, es fácil entender que las denuncias por prostitución infantil, tráfico y consumo de drogas, consumo de licor, violencia doméstica y otros,  no estuvieron ausentes.

La Defensoría de los Habitantes pondrá en conocimiento de las autoridades públicas el reclamo de los pobladores, con el propósito que se establezca una agenda de trabajo que impacte a corto, mediano y largo plazo las condiciones de vida de esa población.

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