El Banco Central Europeo probablemente de pocas pistas este jueves sobre sus planes de compra de bonos, presionando en cambio a los gobiernos para que hagan más por controlar la crisis de deuda mientras se mantiene en guardia contra las presiones inflacionarias.

Los mercados financieros están esperando ver si el BCE incrementará sus compras de bonos para apoyar a gobiernos como el de Portugal, el último en quedar bajo presión para que busque un rescate internacional por una crisis que el banco quiere frenar antes de que llegue a España.

La robusta demanda por los bonos a 10 años de Portugal en la subasta del miércoles y un pedido de los máximos funcionarios económicos de la Unión Europea por una red de seguridad financiera europea más fuerte podrían suavizar la presión sobre el BCE para que compre bonos.

El economista de J.P. Morgan Greg Fuzesi dijo que el presidente del BCE Jean-Claude Trichet debería dar la bienvenida a un pedido de la comisión de asuntos monetarios de la UE para que los ministros de Finanzas busquen reforzar la próxima semana la capacidad efectiva de crédito del fondo de rescate. "Si él suma su voz de apoyo eso podría ayudar a empujar a Alemania y a algunos de los países que han sido más escépticos a apoyar esto", dijo Fuzesi en vísperas de la reunión del jueves del comité de política monetaria del BCE.

Las compras de bonos portugueses por parte del BCE han dado a Portugal algo de tiempo, pero aunque salió ileso de la subasta de este miércoles los mercados siguen preocupados sobre la capacidad del país para autofinanciarse. Con este telón de fondo, el BCE posiblemente de pocos indicios sobre el volumen futuro de sus compras de bonos, y el banco estaría deseoso de limitar las compras y mantener la responsabilidad sobre los gobiernos para que lidien con el problema.