“Es la primera vez en el Japón de la posguerra (después de 1945) que áreas desarrolladas como el Aeropuerto de Sendai es golpeado por un tsunami”, indicó el profesor Norio Maki, de la Universidad de Kyoto, citado por la agencia de noticias Kyodo.

“Lo que distingue este terremoto es que ha causado una amplia variedad de daños en muchas áreas simultáneamente, algo que el Japón moderno nunca había afrontado”, agregó.

La población sintió el sismo en zonas alejadas de las áreas directamente afectadas, como Tokio, y el terremoto provocó incendios, la interrupción de servicios públicos y de las comunicaciones, además de daños como el registrado en las plantas 1 y 2 de Fukushima.

El experto resaltó que en el área metropolitana de Tokio, el movimiento fue vertical, con una intensidad creciente, lo que provocó daños en instalaciones.

Por su parte, el Centro de Información de Terremotos de la Universidad de Tokio indicó que la energía del sismo fue 180 veces mayor que la del terremoto de Kobe de 1995, que dejó unos seis mil 500 muertos y 44 mil heridos.

Debido a la magnitud e intensidad del sismo, las medidas de prevención de las prefecturas de Miyagi e Iwate, conocidas como zonas sísmicas, fueron rebasadas, y los daños incluyen la vida de la población y la economía, resumió Maki.