Hanna, sorprendió hasta a su rival, la cual juraba que esta vez sí lograría destronar a nuestra campeona, pero Hanna no le dio tiempo ni de respirar y se fue como un tifón sobre la norteamericana, primero con un derechazo sólido para luego arremeter con una ráfaga de más de 15 golpes que doblegan al árbol más fuerte debilitando sus raíces.  Luego culminó con un nocaut impresionante que puso de pie a toda la afición en un retumbe de gritos, aplausos con esas vainas que se usan ahora… y con una euforia que pasará a la historia como el día que marcó la verdadera inauguración de nuestro ‘’Coloso de La Sabana’’

Estamos en deuda:

A muchos que nos han dado glorias más pasajeras; a otros que lucharon, nos ilusionaron y no culminaron su gloria les hemos premiado y realizado grandes homenajes, y hasta les hemos regalado vehículos y otros bienes materiales. Sin embargo a Hanna… a NUESTRA GRANDIOSA DIOSA DEL BOXEO FEMENINO, a esa ¡Gran Mujer! que mantiene a Costa Rica en alto a ¡nivel mundial!, no le hemos al menos realizado un paseo triunfal por nuestras calles y ciudades, no hemos construido un estadio o escuela que lleve su nombre… no hemos hecho prácticamente ¡nada!, más que irnos en un bla, bla… bla.

¡Gracias Hanna, que Dios te bendiga y te siga colmando de triunfos… y nos ilumine para darte el lugar que merecés!