Managua.-Cinco osamentas humanas, varias urnas funerarias indígenas y fragmentos de cerámica "del tipo tola ticromo, bocana y palmar, que datan del 2500 antes de Cristo y 300 años después (de la era actual)", forman parte del tesoro arqueológico que las fuertes lluvias del pasado 23 de mayo dejaron al descubierto en la isla de Omete, que pertenece al departamento de Rivas.

El descubrimiento se produjo en una calle de la comunidad de Los Ángeles en el municipio de Moyogalpa, indica el diario La Prensa en su edición de este lunes.

El criterio acerca de la antigüedad del cementerio indígena es todavía preliminar, ya que aun falta el dictamen los expertos de Instituto Nicaragüense de Cultura (INC), afirmó Moisés Ghitis Rivera, director del museo de El Ceibo, en Ometepe. De momento, el área de 200 metros donde se produjo el importante hallazgo se encuentra bajo reguardo policial para evitar daños y saqueos del patrimonio cultural nicaragüense.

Ometepetl, vocablo náhuatl que significa “Lugar de dos cerros”, describe  a la paradisiaca isla enclavada entre los volcanes Concepción y Madera, en medio de las dulces aguas del lago Cocibolca, o gran Lago de Nicaragua.

Ometepe fue poblada por los indios Chorotegas y luego por los Nahuas, bautizados por los españoles como los indios Nicaragua, y al cacique de esta tierra fue llamado Nicarao.

Nahuas y Chorotegas, ambos pertenecientes a la cultura Tolteca, migraron desde México, primero por presión de los Chichimecas y posteriormente asediados por los aguerridos Olmecas.

Los Nahuas, luego de consultar con sus guías espirituales, iniciaron la migración hacia el Sur en busca de la “tierra prometida”. Esa búsqueda finalizaría en Ometepe, cuando tras una larga migración por toda Centroamérica, encontraron la isla “entre dos volcanes o dos cerros”, que les había sido profetizada por sus sumos sacerdotes.

Dada la gran riqueza cultural que encierra la región y la importancia de este descubrimiento, la comunidad isleña y la población nicaragüense en general, esperan que las autoridades agilicen el envío de expertos para el análisis y preservación las piezas arqueológicas que la naturaleza ha dejado al descubierto.