de gobierno, el Partido Liberación Nacional iniciado por un gran Benemérito de la Patria, defensor de los desposeídos, José Figueres Ferrer; pero que desde hace unas décadas, iniciadas en 1986 con el primer período presidencial de don Oscar Arias Sánchez, el Partido Liberación Nacional venía perdiendo el ‘’Horizonte’’, la línea marcada por sus fundadores en los que destacan el líder principal, José Figueres Ferrer, y los hoy disidentes de dicho partido, don Luis Alberto Monge Álvarez y don Alberto Cañas Escalante; don Luis Alberto Monge simplemente se ha mantenido al margen de las acciones del PLN, pero don Alberto Cañas pasó a ser cofundador del Partido Acción Ciudadana a la par de don Ottón Solís, quien también es un disidente del Partido Liberación, al igual que el fundador del Partido Libertario don Otto Guevara Guth.

Este primero de mayo, en un hecho desesperado por no perder el poder absoluto en el Parlamento, algunos representantes (decimos algunos, pues en Liberación Nacional aun quedan verdaderos liberacionistas no entregados a la nueva ‘’Oligarquía Económica’’), de la fracción de Liberación Nacional, trataron por todos los medios de alterar la tradición legislativa en los procesos electorales del directorio utilizando todas las armas políticas y verbales para orientar el proceso hacia un nuevo elemento viciado creando confusión y la reacción inmediata de la Oposición, mismos que de inmediato abandonaron el templo del Primer Poder de la República en franca protesta, y una gran mayoría de ellos se tiraron a la calle a unirse a los sindicatos que en ese momento marchaban para celebrar el ‘’Día de los Trabajadores’’ y con quienes conjuntamente cambiaron el rumbo de dicha marcha para plantarse frente a la Asamblea y pedir la destitución (en primera instancia) , del Presidente saliente don Luís Gerardo Villanueva Monge.

El día dos de mayo, se dieron negociaciones por parte de la Oposición con su contraparte, los representantes de Liberación Nacional, en el sentido de mantener la tradición legislativa y proceder de inmediato a la elección del nuevo directorio. Sin embargo, luego de haber aceptado, los liberacionistas dieron manifestaciones públicas en conferencias de prensa demostrando no solamente dolor por perder el ‘’poder absoluto’’, sino con predicciones y amenazas de fracaso para la nueva Alianza. Y aún más grave, trataron de confundir  a la población mezclando el concepto de ‘’Voto Secreto’’ estipulado en la Constitución Nacional, con lo que es el ‘’Voto Legislativo’’ regido por un reglamento interno de la Asamblea Legislativa.

Cabe destacar que entre los miembros de la fracción de Liberación Nacional, sobresalió exaltado y agresivo el diputado Fabio Molina, el cual desde un inicio había provocado el desorden con ofensas y calificativos impropios de un legislador hacia los miembros de la oposición. Y ya en la tarde, luego de que su fracción había aceptado la derrota, se convirtió en algo así como ‘’un profeta bíblico’’,  una ‘’pitonisa’’, o en parte de ‘’un oráculo estelar’’ prediciendo futuros y manifestando (de manera despectiva y ofensiva) que ocurrirían toda clase de desgracias y fracasos con el nuevo directorio legislativo.

Todo lo contrario a las predicciones de don Fabio Molina, hasta el Partido Liberación Nacional (los miembros leales a la línea del partido y no a la Oligarquía), ganarán sin duda ante esta acción tan llena de ‘’civismo’’ e ‘’interés nacional’’ de la Oposición. Principalmente doña Laura Chinchilla, Presidenta de la República, ‘’gran señora’’ llena de ideales incumplidos por la acción de los malos liberacionistas, y electa por todo un pueblo que depositó en ella sus esperanzas de un ‘’verdadero cambio’’ en el rumbo traído por una Nación servil a un pequeño grupo dominante por capital y no por ‘’interés nacional’’.