Para mayor garantía de los consumidores, también la calidad es certificada por auditorías externas de  control de calidad  que realiza el Centro de Electroquímica y Química (CELEQ) de la Universidad de Costa Rica, según convenio con la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (ARESEP).

Cabe señalar además que el procedimiento de aseguramiento de la calidad de RECOPE inicia desde que el producto se carga en los puertos de embarque, continua durante la fase de almacenamiento, la fase de trasiego y termina en la venta en plantel. De esta manera, la Empresa asegura que la gasolina de distribución nacional cumple con los estándares de calidad establecidos para la actividad de suministro de los combustibles derivados de los hidrocarburos y garantiza que sus productos son óptimos para un adecuado comportamiento en los vehículos de circulación nacional.



La semana pasada la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (ARESEP) dio a conocer los resultados de una auditoría realizada por CELEQ en los planteles de RECOPE, cuya conclusión  señala que los 12 productos que vende cumplen la norma nacional en materia de calidad; lo que desmiente totalmente la información errónea difundida por Noticias REPRETEL:



Proceso de mejora constante:

Cabe señalar que desde 1996 se eliminó el plomo de todas las gasolinas, proceso que se había iniciado desde 1989 cuando se introdujo la gasolina Súper Eco.

La puesta en marcha de esta política dio como fruto resultados muy positivos en la salud de los costarricenses, especialmente de la niñez. Este hito en la historia  ha sido destacado en diversos estudios científicos nacionales e internacionales como son las investigaciones efectuadas por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en su “Informe GEO Costa Rica 2002”; por el Hospital CIMA- San José, en asocio con el Instituto Costarricense de Investigaciones Clínicas S.A (ICIC) y la Universidad de Michigan, Estados Unidos;  así como por la Dirección de Investigación Clínica del Hospital San Juan de Dios.

Todas las investigaciones indicadas coincidieron en afirmar que la baja concentración de plomo encontrada en la sangre de los costarricenses se debe a la eliminación de ese aditivo de las gasolinas desde 1996 desapareciendo así el contaminante ambiental más importante..

Afirman los expertos que la población infantil de Costa Rica menor a los 11 años registra niveles de plomo en la sangre 0,8 microorganismos de plomo por decilitro de sangre (ug/dl), cifra que está muy por debajo de los límites máximos establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que se ubican en 10 ug/dl.  

Fue una medida correcta, y vemos con claridad cómo ha repercutido positivamente en la salud de los costarricenses.

Por otro lado, como parte de los procesos de mejora en los combustibles, RECOPE sustituyó la gasolina regular de 88 octanos por la gasolina Plus91 de 91 octanos, desde setiembre del 2008. La diferencia entre ambos productos consiste en un aumento del octanaje (medida de la capacidad antidetonante de la gasolina en el motor); el incremento en el octano permite que la gasolina Plus 91 pueda es empleada por el 90 % del parque automotor.
Con todos estos argumentos RECOPE afirma con vehemencia que los combustibles en Costa Rica cuentan con la calidad certificada, rechaza que sea una de los más malos del mundo y que tengan efecto negativos sobre los vehículos, al contrario nuestra calidad esta al mismo nivel de países de primer orden y no cesamos de trabajar en la mejora constante de nuestros servicios y productos.