EL ARCHIVO CXXXIX
¡Unión de la Diáspora Centroamericana!



Por Alejandro José Gallard-Prío

Ya que la Diáspora nicaragüense nunca ha logrado la tan necesitada unión, debido a la politiquería partidaria de algunos corruptos, existe la probabilidad de que si buscamos como asociarnos, en forma individual, a las diásporas del Istmo, se logre la tan ansiada unión. Esto quiere decir que sin dejar de ser nicas, tomemos la honrosa bandera del unionismo y identifiquémonos en el exterior, como centroamericanos.
 
Esta UNIÓN, que en algunas partes de los Estados Unidos, ya se está llevando a cabo, sería la solución a nuestras mezquindades, pues los aprovechados activistas que enarbolan banderas partidarias corruptas, serían ahogados por el civismo de los hermanos centroamericanos, cuya meta es tener la suficiente influencia social y política en los países donde residen, ya que es allí, donde han asentado sus esperanzas en el futuro y en especial, la de sus hijos, para lograr oportunidades en su preparación técnica, profesional y cultural.

Ya existe el camino, muchas de las diásporas que compondrían esta Federación, tienen organizaciones exitosas y el ingreso de nuevos miembros, las fortalecería, porque la meta es presentar una Confederación, que integrada al resto de los iberoamericanos, nos de fuerza en las próximas elecciones, donde el voto HISPANO, será el que decidirá el ganador.

Apelo a los que siempre se han preocupado por hacer realidad esta unión, los coterráneos y amigos radicados en los Estados del Norte, Este, Centro, Sur y Oeste de los ESTADOS UNIDOS, así como en CANADA, COSTA RICA y EUROPA, de motivar a los paisanos en forma individual a ingresar a las asociaciones ya existentes de nuestros hermanos centroamericanos, como primer paso hacia la Confederación.

De esta forma eliminaríamos la injerencia de los Gobierno de turno y de los oportunistas delegados de los partidos políticos criollos, que han sido en gran parte, lo que ha obstaculizado los esfuerzos que hombres y mujeres de buena voluntad han desarrollado para lograr una unión de valores de nuestras diásporas, en particular, la nicaragüense. Los Representantes de los Gobiernos deben cooperar con sus nacionales, no INTERVENIR con sus agendas políticas.

Nuestras Diásporas, ya organizadas, tienen mucho en que pueden SERVIR, no solo con sus remesas, que sin duda han mantenido la económica de sus respectivos países, sino que usando sus influencias con los funcionarios de los gobiernos municipales, estatales y federal de los países donde residen, para que por ejemplo, estados agrícolas en USA, nos envíen misiones técnicas para desarrollar nuestro industria agropecuaria, ya que ellos, con la fuerza del voto han sido factor para su elección.

Es necesario de que nuestros coterráneos abandonen el partidismo criollo, ya que la experiencia nos dice que los políticos cuando llegan a formar gobierno, no toman en cuenta a nuestra diáspora. En el caso de Nicaragua, ni siquiera para proveerles identificación y mucho menos que puedan votar en el exterior, como lo hacen la mayoría de los paises.

Nuestras Asociaciones, a nivel regional, deberían organizar un Departamento de Promoción de Inversiones y Turismo. No se trata de inversiones millonarias, sino de ayuda técnica y financiera al pequeño negocio familiar en su lar nativo y en cuanto a TURISMO, organizar visitas a sus pueblos. Hace unos cuantos años escribí un extenso plan para incentivar el turismo sentimental de las diásporas, que solamente El Salvador lo ha puesto en práctica.

En cuanto a inversiones, Leonel Arana Guzman, exitoso ejecutivo jubilado de IBM y uno de los luchadores por la unión de la diáspora nicaragüense en Miami, nos relata una oportunidad de inversión en Nicaragua, que estoy seguro existe en todos los países del Istmo: “en la carretera de Las Nubes a Managua, la que luego se convierte en tierra y va a salir por el Hospital Vivian Pellas, a 940 metros sobre el nivel del mar, a 30 minutos del horror de Metrocentro que es la réplica de Bombay (India) y a 15 Grados C menos que Managua, están vendiendo unas finquitas. Las hay de 8 manzanas con 4 de café y dos de naranjas, agua, luz y una casa muy reparable, 40 mil dolares. Lindo lugar para salir a caballo, ya que hay kilómetros y kilómetros de caminos. Se ve Managua, el mar, el Momotombo. Entran hasta los YARIS ya no digamos una SUV con doble. ¿Como la ven?”.

En Centroamérica, hay muchas oportunidades de pequeños negocios, pero necesitamos que nuestra Diáspora haga efectivas esas Oficinas Promocionales, para que estas se avoquen con las Cámaras de la Empresa Privada y conjuntamente pueden ayudar a sus miembros a encontrar las oportunidades de inversión, debidamente protegidas y garantizadas por ellas.

Los Consulados y las Oficinas de Turismo tienen una importante misión por hacer, siempre y cuando separen su labor de la politiquería partidaria de sus respectivos países, ya que son ellos los llamados a mantener el vínculo con los hermanos, que por razones varias, han optado por residir fuera de sus lares nativos. Son estos representantes, el eslabón que les recuerda que su Centroamérica, los aprecia, los admira y agradece sus esfuerzos que se traducen en las ayudas económicas que envían a sus familias, con lo cual activan el comercio y la industria de sus respectivos países.

¡¡¡FELICIDADES, REINA MADRE!!!