cuando el filibustero William Walker se rindió en Rivas, Managua tras 14 meses de “ardua y sangrienta guerra de los países centroamericanos, liderados por Costa Rica”.

El segundo se refiere a la ratificación, el 15 de mayo de 1858, que hizo el Presidente Juanito Mora Porras del Tratado de Límites Cañas-Jeréz, firmado con  Nicaragua un mes antes y en “plena vigencia actualmente”, según sus palabras.

De acuerdo con Castro, los deseos del Libertador Mora Porras no se forjaron en cristal de roca para que resistiesen el tiempo y “nos hemos visto obligados a acudir a arbitrajes internacionales como los laudos Cleveland y Alexander, así como las denuncias planteadas ante la Corte Centroamericana, en 1916 y las más recientes ante la Corte Internacional de Justicia de la Haya”.

Juan Mora el Libertador.  Para el escritor Armando Vargas, Juan Rafael Mora Porras  es “Libertador de la Patria porque condujo al pueblo en armas hasta la victoria sobre la invasión militar del filibusterismo esclavista. Es Libertador de Centroamérica porque lideró a los pueblos, los gobiernos y los ejércitos de Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua. Es Libertador de América porque clarineó desde el inicio que se peleaba por la Independencia y la libertad hispanoamericanas.  Es el caudillo que garantizó la libertad, aseguró la independencia y amacizó la soberanía del país; el adalid que rescató al istmo de las garras del expansionismo militar; el capitán general que dirigió la lucha hemisférica contra el aventurerismo depredador”.