Como resultado de enfrentamientos con los uniformados, veinte personas resultaron heridas y más de cien fueron detenidas.

Los congregados en la protesta acusaron a las autoridades serbias, y en particular al presidente Boris Tadic de traicionar los intereses nacionales, al detener al general que sigue siendo considerado como héroe por gran parte de la nación.

En vísperas de la manifestación una comisión de médicos del tribunal de Belgrado afirmó en un informe, tras examinar a Ratko Mladić, que el acusado es “extraditable” al tribunal de La Haya y capaz de hacer frente a un proceso judicial.

Entretanto, Darko Mladić, hijo del exgeneral, afirmó que su padre padece varias enfermedades crónicas y síndrome psicoorgánico, lo que significa pérdida de la memoria y capacidad perceptivas.

Se espera que el excomandante del Ejército de los serbios de Bosnia, buscado por crímenes de lesa humanidad y detenido el pasado jueves, podría ser trasladado a los Países Bajos el próximo lunes o martes.

Mientras tanto, el presidente de Serbia prometió arrestar a todos los que ayudaron al exgeneral a esconderse durante 16 años.