Familiares de Joehl Araya, señalado como el jefe del intento de fuga y encontrado muerto días después, mostraron un documento que incluye relatos de agresión física llevada a cabo por de personal penitenciario.

"Nos escupen la comida, nos echan el café en la cara, y se nos ha amenazado diciéndonos que tienen todo planeado para matarnos, pero primero nos harán sufrir un tiempo", expone el documento.

"Mi papá iba a hablar". "Iba a hablar con la prensa, iba a hablar con todo el mundo, para que se dieran cuenta cómo estaba, como un día lo hizo en una sala de juicio", agregó.

Un periódico de circulación nacional informó que Araya murió golpeado por guardias del lugar y que los golpes le causaron un aneurisma.

A casi un mes del asesinato de Araya, el ministro de Justicia, Hernando París, subrayó que "eso es absolutamente inadmisible que pase (…) no se puede permitir que eso ocurra en una cárcel".

El funcionario reveló: "Tenemos tres investigaciones que están en curso". La primera relacionada con la posible participación de servidores públicos en el intento de fuga, la segunda se originó con la muerte de Johel Araya.

"Y, una tercera investigación, que es la que se origina en las denuncias que hace la Defensoría de los Habitantes (procuraduría de derechos humanos), sobre algunas prácticas de tortura", agregó.

De acuerdo con la titular de la Defensoría de los Habitantes, Ofelia Taitelbaum, a raíz del incidente del 11 de mayo está entidad elaboró un estudio sobre la situación en cárceles costarricenses.

La funcionaria subrayó que en el centro penitenciario "La Reforma" ocurrieron hechos irregulares, durante y posterior a la fuga, por lo que en el mediano y largo plazo se debe cambiar muchas cosas, y posiblemente en todo el sistema penitenciario.