Para el Gobierno español, "dicha oferta permitiría que la ayuda humanitaria llegara a los palestinos de Gaza de manera que no incrementara la tensión en la zona, ni pusiese en peligro la integridad de los activistas", dice el comunicado. Desde la llegada de la flotilla a Grecia, el Ministerio español de Asuntos Exteriores ha estado en contacto con el embajador español en ese país, ha seguido los acontecimientos relacionados y se ha mantenido en contacto con los activistas mediante la Dirección General para el Mediterráneo, Magreb y Oriente Próximo. La ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, se ha reunido con los diputados de los diferentes partidos interesados por esta cuestión y les ha informado de las gestiones llevadas a cabo.

Exteriores recuerda que el Gobierno español se ha manifestado en repetidas ocasiones en favor del levantamiento del bloqueo impuesto a Gaza y "reitera su compromiso con el pueblo palestino". Prueba de ello, señala, fue la celebración, el pasado día 1 en Madrid, de la Conferencia de Embajadores de la Autoridad Nacional Palestina acreditados ante los Estados miembros de la UE. También recuerda que la Secretaría de Estado (español) de Cooperación Internacional ha reiterado su compromiso de mantener el mismo nivel de apoyo financiero a la Autoridad Nacional Palestina, y subraya la cita de Zapatero y Abbas el día 18 en Madrid.

La segunda Flotilla de la Libertad, compuesta por una decena de embarcaciones en las que viajan unos 500 activistas de unos 45 países lleva 5.000 toneladas de ayuda humanitaria y tenía previsto encontrarse "en aguas internacionales" para navegar hacia Gaza. Sin embargo, las autoridades portuarias griegas bloquean la salida de las embarcaciones de la flotilla desde varios puertos helenos con el argumento de que este periplo "puede ocasionar tensión en las relaciones exteriores". La iniciativa busca romper el bloqueo israelí a Gaza, iniciado en 2006 y relajado por las presiones internacionales tras el asalto militar israelí a la primera flotilla, que se saldó en mayo de 2010 con nueve activistas turcos y un turco-estadounidense muertos.