hechas por la Defensoría de los Habitantes, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) además de científicos, filósofos, abogados y las recomendaciones que de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

¿Hasta dónde llegar?

Una resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) obliga a nuestro país a variar el criterio de prohibición de este tipo de técnica asistida para la fecundación humana y proceder a aprobar una ley que regule todo lo relacionado con la materia.

Lo que se viene a regular con esta iniciativa de ley es un procedimiento médico “y definir hasta dónde se puede llegar y dónde no se puede”, afirmó la legisladora rojiamarilla.

Venegas Renauld considera de suma importancia que haya ley para evitar una serie de problemas que se pueden presentar con esta técnica, donde hay muchas posibilidades algunas incluso, como el caso de Bélgica que cuentan con el aval del Vaticano.

“En muy importante que la regulación se dé para que Costa Rica cuente con sus propios registros y se tenga claro qué destino se le da a óvulos y espermatozoides y no cabe duda que a embriones también, porque ahora la gente se va a otros países, en los que hasta se pueden usar óvulos de donantes y no conocemos que tipo de controles tienen”.

Insistió en que si no se cuenta con un buen banco de registro de dónde se hicieron las cosas, podrían producirse problemas serios como recibir —en el caso de las donaciones— gametos que pueden tener cercanía con la línea genética, por ejemplo, que sean familiares.

También será indispensable, entre las decisiones que debe tomar la pareja, determinar cuántos óvulos quieren fecundar.

Venegas Renauld sostuvo que uno de los principales argumentos que se utiliza para negar la posibilidad a esta técnica es decir que es muy cara y que afectaría a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) pero las nuevas enfermedades y el abordaje de las tradicionales en una época moderna, con nueva tecnología, con medicamentos de punta, hace que los tratamientos de cualquiera de ellas sean más caros en todo sentido.

La congresista indicó que en una oportunidad ya le consultaron cuál es el costo de una fecundación in vitro y de acuerdo con los datos reportados por la Presidenta de la Asociación Latinoamericana de Reproducción Asistida, montar un laboratorio para la ejecución de esta práctica, tiene un costo aproximado de $150 000 y una fecundación oscila entre los 5 y 7 mil dólares así que no se puede argumentar que hay peligro económico para la CCSS.

Porcentaje con problemas

Uno de los puntos que en su criterio se debe tener en cuenta es que apenas un 15 por ciento de la población es infértil y no todos los problemas de fertilidad se tratan con fecundación in vitro, sino sólo ciertos casos y no todos van a aceptar la técnica.

“Pienso que la Caja tiene dificultades muy serias incluyo para un trasplante de riñón o una prótesis y prueba de ellos son los 400 mil discapacitados del país que necesitan una silla de ruedas y no se les puede dar porque esto se ve como un activo y no como parte de un recurso para su calidad de vida“, dijo Venegas Renauld.

La congresista propone la implementación de un sistema mixto para ayudar a las parejas que recurren a la fecundación in vitro y además priorizar entre las que lo requieren con mayor urgencia. “Lo que sucede es que a los detractores les resulta muy cómodo decir que esta técnica va a quebrar a la Caja”.

Embriones “defectuosos”

De acuerdo con la diputada Venegas cuando se hace la fecundación in vitro, el equipo médico y especializado son sólo espectadores de lo que puede estar ocurriendo de manera natural.

“Los óvulos y los espermatozoides cuando se juntan y pueden conjugar sus núcleos traen una programación, es decir que muchos de ellos pueden evolucionar un día, cinco días y al sexto morir, eso justifica muchos abortos espontáneos, no necesariamente por condiciones externas sino bioquímicas y biogenéticas el feto no sigue su desarrollo”, explicó la conocedora.

Agregó que existe lo que se denomina el diagnóstico pre implantacional, eso es un cigoto que ha ido evolucionando a condición de mórula y se hace una biopsia (se saca una célula), la mórula sigue evolucionando pero con esa célula se hace un análisis genético para poder decirle a la familia cuáles posibles condiciones puede traer el niño.

Aquí se presenta uno de los grandes dilemas éticos a los cuales nos enfrentamos: se puede dejar al embrión que siga evolucionando hasta que se muera por sí solo o qué?

Puntualizó que es en estos casos en los que los detractores de la técnica hablan de un aborto, que eso es matar, “porque consideran que esa mórula es una persona, cuando sabemos perfectamente por evidencia también médica, que eso es un conjunto celular que tiene todo un potencial de proyecto humano, es decir, que si evoluciona naturalmente, llega a dar un feto, que cuando nace vivo se convierte en una persona y que puede venir con malformaciones o no”.

En su criterio ahí es donde viene la importancia de la ley, para definir cuántos embriones se dejarían, cuántos óvulos se permitiría fecundar, si se dejan libremente 3 o 4 para su evolución y se establecen los protocolos para la toma de decisiones finales que es un acto que le pertenece a las personas involucradas.