Amigos y amigos:

En primera instancia, quiero agradecer a AMCHAM por la invitación que me extendieron para dirigirles unas palabras en esta ceremonia de clausura. Igualmente, quiero felicitarlos por haber tenido la iniciativa de promover un intercambio de ideas sobre este tema de tanto interés para nuestro país. Verdaderamente, la actividad del día de hoy constituye un aporte valioso a la discusión que actualmente se desarrolla en Costa Rica sobre la competitividad.
Como ustedes bien saben, el tema de la competitividad figura dentro de las prioridades estratégicas de mi gestión. Su importancia emana de la incidencia de la competitividad en el ritmo de crecimiento económico. La meta de convertirse en país desarrollado en el 2021 solo será posible si aceleramos nuestro crecimiento, a partir de un esfuerzo sostenido por incrementar nuestros actuales niveles de productividad.
   
Teniendo en cuenta la importancia y magnitud de este desafío, no puedo sino agradecer a los expositores y a los participantes que el día de hoy se han reunido para contribuir a la discusión. Si bien la mayoría de los temas que se analizaron en esta Cumbre de la Competitividad no resultan nuevos para mi equipo de gobierno, su discusión en este foro es deseable y bienvenida.
Esto, porque las acciones prioritarias que vayamos a implementar en materia de competitividad desde el gobierno, tomarán en cuenta, entre otras cosas, las necesidades y consideraciones de los diferentes sectores, incluido, por supuesto, el sector empresarial.
  
El reto de la competitividad es uno más que se  nos presenta en nuestra trayectoria como país.  Su magnitud es considerable, pero nuestra capacidad para encararlo también lo es. Tal y como lo he señalado en diversas ocasiones, Costa Rica es una historia de éxito. Esta pequeña franja de tierra en la cintura del continente americano ha osado convertirse en la democracia más antigua de Iberoamérica, en una de las sociedades más pacíficas y libres, en uno de los países con más alto desarrollo humano, y en una de las naciones del mundo que más protege su medio ambiente.   
Superamos el reto de integrarnos a los mercados mundiales a pesar de contar con una economía pequeña. Apostamos a la apertura, confiando en nuestras excepcionales condiciones políticas y sociales y hoy estamos cosechando los frutos de esas políticas. El bienestar que gozamos actualmente se debe, en gran parte, a nuestra disposición de participar en los mercados mundiales, al empuje de nuestro sector productivo que logró, no solo   incrementar el volumen de las exportaciones,  sino también diversificar los bienes exportados y ofrecer bienes cada vez más sofisticados y con mayor valor agregado.

Hoy en día, aún en medio de la peor crisis económica desde la Gran Depresión,    recibimos cerca de 1300 millones de dólares en inversión extranjera directa. En términos per cápita, superamos ampliamente a economías más grandes como las de Brasil, China o México. El pueblo de Costa Rica confió en su capacidad para aprovechar las oportunidades creadas por la inversión extranjera y las empresas foráneas respondieron estableciendo operaciones en nuestro país o expandiéndolas.  
   
Sin embargo, a pesar de todos estos desafíos que Costa Rica ha enfrentado exitosamente,  a pesar de las ventajas que han contribuido a que nuestro país llegue adonde hoy ha podido llegar, es mucho lo que aún debemos hacer para superar nuestros actuales niveles de desarrollo.
Y es que en esto quiero ser muy clara, no podemos ni debemos conformarnos ya más con liderar los países de renta media de nuestro continente.  Nuestra meta debe ser una sola, convertirnos en el primer país desarrollado de la América Latina y empezar a competir con aquellos que han logrado alcanzar altos niveles de productividad y de bienestar.

Es frente a esta ambiciosa meta que considero queda  aún mucho margen para mejorar nuestra productividad y competitividad. Si bien el Reporte de Competitividad Global del año pasado señala que Costa Rica mejoró su posición competitiva en cuatro escalafones, ubicándose en el lugar número 55 de un total de 133 países y en América Latina, sólo es superado en estos rubros por Chile, al analizar ciertos indicadores como el relativo a la facilidad para hacer negocios ocupamos un vergonzoso lugar, 121 entre 183 economías del mundo.

Consciente de la magnitud de los retos que enfrentamos en este tema, mi gobierno ha creado el Consejo Presidencial de Competitividad e Innovación, el cual presido con el apoyo de los dos Vice-Presidentes de la República. Este Consejo que fue instalado hace una semana, tiene como principal objetivo impulsar el crecimiento económico de Costa Rica de manera sostenida, mediante  acciones catalizadoras en áreas prioritarias que mejoren los pilares de la competitividad, productividad e innovación del país. Nuestra meta, es lograr duplicar el ingreso per capita real en un plazo de quince a veinte años moviendo a Costa Rica de una economía dirigida por la eficiencia hacia una economía dirigida por la innovación.

Con fundamento en los diversos encuentros sostenidos con el sector productivo nacional e inspirados en una sólida plataforma conceptual, hemos identificado cinco áreas prioritarias de trabajo: capital humano e innovación, comercio exterior e inversión extranjera, financiamiento y mercado de capitales, desarrollo de infraestructura, regulación y tramitología.  Como acciones catalizadoras hemos considerado entre otras: el incremento de la formación de recursos humanos en áreas científicas, técnicas y tecnológicas; la agilización de la apertura de las telecomunicaciones y la penetración de banda ancha; el fortalecimiento de nuestra matriz energética; el desarrollo de infraestructura vial, portuaria y aeroportuaria.  Además, resulta indispensable vincular la oferta y la demanda en las áreas de investigación y desarrollo; y agilizar los trámites relativos a la apertura de un negocio, permisos de construcción y contrato de trabajadores, entre otros.

En base a este conjunto de acciones, estamos trabajando en la definición de nuestras metas de exportación y de atracción de inversiones, las cuales serán anunciadas en los próximos días.
   
Parte del imperativo ético de cualquier gobernante es escuchar a los múltiples integrantes de los diversos colectivos sociales. Ese imperativo, pretendo cumplirlo hoy aquí y delante de todos ustedes.  Reconozco en cada una de las empresas que ustedes representa, un categórico y sólido aliado a favor de una Costa Rica más competitiva y más próspera.

La envergadura del tema de la competitividad y su incidencia en el desarrollo de nuestro país, me obliga a escucharles y a involucrarles en este importante debate y en las acciones que del mismo se deriven.  Por eso, más allá de este significativo evento, les invito a hacer parte de los esfuerzos que en los próximos cuatro años estaremos impulsando desde el Gobierno de la República; les invito a sumarse a los foros de consulta que sobre el tema de la competitividad y la innovación estaremos convocando a lo largo de nuestra gestión. Les invito a ser parte de este hermoso reto que tenemos todos y todas las costarricenses, el reto de volver una vez más a confirmarle al mundo que así como hemos sido capaces de estar entre los primeros en democracia, de los primeros en derechos humanos, de estar entre los primeros en sostenibilidad, seremos también capaces de estar entre los primeros en el desarrollo económico liderado por la competitividad, la productividad y la innovación.

 Muchísimas gracias.