Este martes el fiscal general costarricense, Jorge Chavarría, autorizó el registro (incursión muy violenta ante fortaleza estructural de la residencia) de la vivienda de Jiménez González en la ciudad de Alajuela, mientras aún se desconoce su paradero. Chavarría indicó que en Costa Rica el grupo familiar del sospechoso del asesinato se ocupaba del lavado de dinero del narcotráfico. Por esta razón los fiscales ingresaron no solo en la casa de Jiménez González, sino también en la de sus padres y la de su esposa, que vive en otro inmueble.

Paralelamente y simultáneamente, la policía realizó 5 allanamientos en diversas localidades de Costa Rica, donde irrumpieron en una ostentosa mansión propiedad del mafioso y secuestraron 10 vehículos de lujo. También requisaron la casa de sus padres.

"Traición". "La hipótesis que se maneja desde el inicio es que hubo una traición dentro del grupo y eso origina la labor de eliminar a Fariñas y casualmente y para desgracia suya el señor Cabral lo acompañaba en el momento que se ejecutó esa orden, esa es la razón por la cual se genera este acto de sicariato", manifestó en rueda de prensa el fiscal general Jorge Chavarría.

Agregó que "la traición" se trató de un robo de dinero producto de una venta de drogas, lo cual generó la represalia.
Según Chavarría, hubo "una escisión interna del grupo a nivel centroamericano" e incluso indicó que "perfectamente podrían haber otras víctimas que no se han identificado por autoridades de la región".

El grupo de traficantes estaría conformado no solo por costarricenses, sino además nicaragüenses y guatemaltecos.

El caso en nuestro país está en manos de la Unidad de Lavado del OIJ. Don Jorge Rojas, director de esa unidad especializada de investigación, enfatizó en que es muy importante recavar pruebas del ''Lavado de Dinero'' para que no queden cabos sueltos y poder así desmantelar completamente esta red, así como encarcelar de manera definitiva y contundente a sus componentes.

A juicio del fiscal general de Costa Rica, todo indicaba “una acumulación de riqueza que no obedece a fuentes lícitas”. La mansión del sospechoso fue evaluada en dos millones de dólares, luego de que las autoridades decomisaron sus bienes.

Además, el funcionario compartió la versión de los investigadores guatemaltecos de que el objetivo del ataque del 9 de julio era Fariña y no Cabral. Supuso que tenía que ver con “una confrontación interna en el grupo”. Admitió como hipótesis que “hubo una traición y eso origina la orden de eliminar a Fariña”.

El empresario que organizó los conciertos de Facundo Cabral en Centroamérica sobrevivió al ataque y fue dado de alta médica diez días después de su ingreso, pese a la gravedad de las heridas múltiples que había recibido. Fariña llevaba al cantautor hacia el aeropuerto cuando un grupo de sicarios alcanzó a ambos con sus disparos. Actualmente el empresario se encuentra bajo protección de la Policía guatemalteca.