La queja más usual que recibe la Defensoría de los Habitantes se refiere a la demora en la realización de la Ficha de Información Social (FIS), la cual se aplica en los domicilios de las y los solicitantes. Así las cosas, en la atención de estas denuncias, la Defensoría constató que las Gerencias Regionales del IMAS enfrentan una serie de situaciones que afectan directamente el servicio que se brinda a las personas, tales como:

-Insuficientes trabajadores sociales tanto en Gerencias Regionales como en las oficinas cantonales; situación que ocasiona demora en la aplicación de la FIS y sobrecarga de trabajo para los actuales funcionarios.

-Inexistencia de un registro computarizado de solicitudes nuevas, lo cual invisibiliza cada solicitud e impide al interesado exigir respuestas oportunas o brindar seguimiento a la atención de su asunto. Actualmente los registros son manuales, no llevan un consecutivo y no se brinda al solicitante comprobante alguno de su gestión; se abren expedientes sólo cuando se autoriza la concesión de un beneficio.

-Negativa de recibir solicitudes. Conoce la Defensoría que, en algunos casos, las oficinas regionales del IMAS se niegan a recibir solicitudes nuevas aduciendo que, por falta de recursos, es mejor “evitar crear expectativas” en la población, pero ni siquiera brindan  información sobre posibles fechas para recibir solicitudes.

- Informalidad en el rechazo de ayudas solicitadas. Las denegatorias se hacen de manera personal y verbal, lo que impide a las y los solicitantes presentar las apelaciones respectivas.

-Involucramiento de grupos comunales denominados por el IMAS como “Consejos de Desarrollo Humano”, los cuales se encargan de identificar posibles beneficiarios, elaborando y enviando listas de personas recomendadas. Esta práctica, según algunos habitantes,  le resta objetividad y celeridad al proceso.

-Suspensión de beneficios aprobados. Cuando el IMAS destina fondos para atender familias damnificadas por emergencias, gran cantidad de beneficiarios ordinarios se ven afectados pues se suspende por tiempo indefinido el subsidio. Esto evidencia una deficiente planificación por parte de ese Instituto respecto a su proceder en tales coyunturas.

-Deficiente administración financiera. Según información proporcionada a la Defensoría por algunos Gerentes Regionales, el IMAS carece de uniformidad en las fechas de los giros realizados a estas dependencias, por lo que se desconocen las fechas probables de nuevas transacciones y, a partir de ello, rechazan las nuevas solicitudes de ayuda por carencia de fondos.

Ante este panorama, la Dirección de Control de Gestión Administrativa de la Defensoría realiza un estudio integral sobre el modelo de gestión administrativa y financiera de las  Gerencias Regionales del IMAS, pues al parecer lejos de resolver el problema de la pobreza extrema en el país, está vulnerando los derechos de un enorme sector de su población meta, sean aquellas personas que viven en  zonas alejadas.

“Con esta investigación se busca determinar los factores que están incidiendo en la dilación de los trámites para atender, calificar, resolver y girar las ayudas sociales solicitadas. Los resultados de este estudio se darán a conocer a las respectivas autoridades con el fin de  mejorar la gestión en beneficio de las y los solicitantes de estas ayudas sociales”, dijo Ofelia Taitelbaum, Defensora de los Habitantes.

El día de ayer se realizó una reunión con Fernando Marín, presidente ejecutivo del IMAS, a quien se le expuso la justificación y los objetivos de la investigación.

Marín informó que se está trabajando en un cambio del modelo de asistencia social con el fin de atender esta situación.

Asimismo, el jerarca del IMAS estuvo anuente en colaborar con el estudio iniciado por la Defensoría.