"Debemos responder a este llamado", enfatizó. Sin embargo, el presidente de la Cámara de Representantes y máximo republicano en el Congreso, John Boehner, instó a Obama a postergar para un día después su discurso con el fin de evitar "impedimentos".

La Cámara de Representantes, dominada por los republicanos, y el Senado, controlado por los demócratas, deben aprobar una resolución conjunta para que el Congreso se reúna para el discurso de Obama.

"Es mi recomendación que su discurso se celebre en la tarde siguiente (8 de septiembre), cuando podemos asegurar que no habrá impedimentos parlamentarios o logísticos que pudieran interferir con sus comentarios", indicó Boehner en una carta dirigida al mandatario.

Al buscar una sesión conjunta del Congreso, muy similar al discurso anual televisado del Estado de la Unión, Obama busca una fuerte plataforma en su búsqueda por obtener el apoyo de demócratas y republicanos a sus propuestas. Pero el momento elegido para el discurso, la misma noche en que sus potenciales rivales republicanos debatirán sobre cómo sacarlo de la Casa Blanca, le da una oportunidad de eclipsar al otro partido.