Rousseff. La principal economía latinoamericana también ha denunciado las políticas de países como China y Estados Unidos para depreciar sus monedas, precipitando una valorización del real. A raíz de ello, las exportaciones brasileñas pierden competitividad mientras las economías con monedas depreciadas amplían mercados.

Una "reducción del ritmo de actividad internacional, aumento del desempleo y una inestabilidad monetaria y financiera generalmente son acompañados por un incremento del proteccionismo internacional", agregó Rousseff.

Brasil redujo su previsión de crecimiento para este año de 4% a 3.5% en un contexto de crisis internacional, y en agosto tuvo una inflación interanual de 7.23%, la mayor en seis años.

Pese a los riesgos inflacionarios, el gobierno se pronunció a favor de un nuevo recorte de la tasa básica de interés, hoy en 12%. "Gracias a nuestro compromiso con la solidez fiscal, estamos abriendo espacio para que el Banco Central, ante la crisis y la amenaza de deflación y depresión de las economías desarrolladas, pueda iniciar un ciclo cauteloso y responsable de reducción de la tasa básica de intereses", indicó Rousseff.