Mientras tanto, hace cuatro días el Parlamento iraquí rechazó conceder inmunidad a los soldados estadounidenses -como exigía Washington-, después de que el sitio de Internet WikiLeaks revelara nuevos datos sobre crímenes perpetrados por tropas de EE. UU. en Irak. Según expertos, en realidad la misión en Irak fue la de controlar no sólo los aspectos de seguridad, sino "controlar al país militarmente" y tener injerencia muy significativa en su política.

Al mismo tiempo al Maliki afirmó que unos 3.400 militares estadounidenses podrían permanecer en Irak después de la retirada prevista para diciembre próximo. Anteriormente el primer ministro iraquí había obtenido el respaldo de líderes políticos de esta nación árabe para que las tropas de EE. UU. permanezcan después de que expire el plazo de retirada definitiva establecido en el acuerdo bilateral suscrito en 2008.

El acuerdo, alcanzado en 2008 por Nuri al Maliki y el presidente estadounidense de aquel entonces, George W. Bush, establece que las tropas de combate deberían retirarse del país a partir de junio de 2009, dando por finalizado el proceso en diciembre de 2011.