En febrero del 2009 RECOPE introdujo al país el diesel de bajo contenido de azufre cuyo límite máximo es de 0.05 % por volumen (500 partes por millón), y a principios de este año redujo aún más el contenido de azufre hasta dejar el límite máximo en 50 partes por millón. (50 ppm).

Con la reducción del contenido de azufre a 50 partes por millón, Costa Rica logra diferenciarse del resto de naciones centroamericanas donde el contenido máximo de azufre permitido, según el Reglamento Técnico Centroamericano (RTCA) es 0,5% m/m por volumen (5000 partes por millón).

El proceso de reducción del azufre, se une al de la eliminación del plomo en las gasolinas, las cuales no contienen este aditivo desde 1996; hecho que ha sido reconocido por estudios científicos internacionales y nacionales.

La eliminación del plomo en la gasolina rindió resultados muy positivos en la salud de los costarricenses, especialmente en la niñez. Este hito en la historia ha sido destacado en diversos estudios científicos nacionales e internacionales como los efectuados por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en su “Informe GEO Costa Rica 2002”; el Hospital CIMA- San José, en asocio con el Instituto Costarricense de Investigaciones Clínicas S.A (ICIC) y la Universidad de Michigan, Estados Unidos;  así como por la Dirección de Investigación Clínica del Hospital San Juan de Dios.

Todas estas investigaciones coincidieron en afirmar que la baja concentración de plomo encontrada en la sangre de los costarricenses se debe a la eliminación de ese aditivo en las gasolinas. Afirman los expertos que la población infantil de Costa Rica menor a los 11 años registra niveles de plomo en la sangre 0,8 microorganismos de plomo por decilitro de sangre (ug/dl), cifra que está muy por debajo de los límites máximos establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que se ubican en 10 ug/dl.