Según el mandatario colombiano, se trata del golpe más contundente a las FARC en su historia. "Es una confirmación de lo que hemos dicho tantas veces: el crimen no paga, la violencia no es el camino", advirtió Santos, al llamar a la desmovilización a los miembros de una guerrilla que ha perdido a sus líderes históricos en los últimos cuatro años.

Al mismo tiempo, Santos alertó que no se debe caer en triunfalismos, sino seguir perseverando. "Debemos insistir hasta traerle a los colombianos un país en paz, un país donde todos unidos podamos trabajar por un futuro mejor", instó el presidente.

¿El final está cerca?

Los ex secuestrados y familiares de los cautivos de las FARC consideran que con la muerte del máximo jefe del grupo armado se acerca el final de esta guerrilla, que cuenta con más de 40 años de historia, y que se destruyó el mito de su invulnerabilidad.

"Es el final de una historia muy grande en la vida de la guerrilla, y parece que ese final acompaña a los dirigentes de las FARC", señaló la ex congresista liberal Consuelo González Perdomo, quien pasó casi ocho años secuestrada por este grupo armado y fue liberada en enero del 2008.

Sin embargo, hay quienes aseguran que no se trata del fin de las FARC, pero sí del comienzo de la etapa terminal, teniendo en cuenta que esta guerrilla colombiana afronta un camino incierto que la puede exponer a una oleada de deserciones y a una caída de la moral de la tropa.

¿Cómo murió?

Guillermo León Sáenz, nombre real de ‘Alfonso Cano’, el alias con el que se le conocía,  fue abatido junto a algunos de sus colaboradores en el marco de una operación conjunta de las Fuerzas Militares y la Policía que se inició hace varios días en un área del Departamento del Cauca, en el suroeste del país.

‘Alfonso Cano’  murió en medio de un combate, cuando huía de un bombardeo. En el lugar las fuerzas de seguridad encontraron su billetera, objetos personales, documentos y su ordenador, según precisó el ministro colombiano de Defensa, Juan Carlos Pinzón.

El máximo dirigente de las FARC estaba afeitado, por lo que su rostro no correspondía con la imagen que se conocía de él, siempre con barba, pero su cuerpo fue identificado rápidamente por forenses de la Fiscalía General de la Nación.

El cuerpo sin vida de 'Alfonso Cano' fue trasladado a Popayán, la capital del Departamento del Cauca.

Mientras tanto, las FARC siguen manteniendo secuestrados a una veintena de policías y militares en distintos lugares de las selvas colombianas, algunos de ellos desde hace trece años.