mano, cañas, carretes, palangre de fondo y nasas, que comprenden sistemas de pesca más selectivos y amigables con el medio marino.
 
Sin embargo, el pasado mes de setiembre cuatro pescadores de la zona interpusieron una demanda contra el INCOPESCA, a fin de que en pocas semanas, cuando se venzan las licencias actuales, se les renueven. Pero la solicitud de medidas cautelares se rechazó el pasado 8 de noviembre por el Tribunal Contencioso Administrativo.

“En esta primera audiencia quedó demostrado, con testimonio de los mismos técnicos del INCOPESCA, lo dañina e inconveniente que es la pesca de arrastre de camarón, tanto artesanal como semi-industrial; así como la necesidad de impulsar el uso de artes de pesca que produzcan el menor impacto en el ecosistema marino”, explicó Viviana Gutiérrez, Gerente de Incidencia Política de MarViva.
 
Además, está científicamente demostrado que “en la red de arrastre destaca la captura de juveniles y otras especies acompañantes que no son camarones”, según reconoció en su comparecencia el técnico de INCOPESCA, Huberth Araya.
 
Berny Marín, biólogo de INCOPESCA, manifestó durante su comparecencia, que “como experto en evaluación del daño ambiental, no recomendaría el establecimiento de áreas de pesca de arrastre artesanal. Si se utiliza arrastre estamos pensando en hoy, pero si se utiliza un arte más selectivo estamos pensando en las futuras generaciones”.
 
“Las especies que se botan, tales como pargos mancha, corvina reina, corvina coli-amarilla y corvina aguada, las podría aprovechar el mismo pescador para su alimento”, enfatizó Marín.
 
En la resolución, el Juez Daniel Aguilar señaló: …“la red de arrastre es la que tiene un mayor impacto ambiental negativo: primero por la afectación del medio marino; segundo, por el bajo grado de selectividad; tercero, por la grave afectación para la fauna acompañante; cuarto, porque atenta contra la renovación del recurso; y, quinto, porque se trae abajo los esfuerzos de conservación que ya se han implementado, creando desigualdad entre los pescadores de la zona”.
 
Aunque aún queda pendiente la resolución definitiva, lo resuelto contra el uso del arrastre constituye un importante antecedente a favor de la conservación marina en el Pacífico Sur costarricense.