Por lo anterior, es que un patriota nicaragüense, como Emilio Álvarez Montalván, iberoamericanista, médico y cirujano, oftalmólogo, académico de la lengua e historia, político, diplomático, escritor, filósofo, amigo y soñador, nos motiva para visitarle y conversar sobre sus experiencias y vivencias a lo largo de sus 92 años.

Pero antes, permítanme presentarles una sinopsis de la labor social, humanitaria y política de este managüense, que preserva el humor que mezclado con su sabiduría, lo hace un ser simpático y amigable. Por muchos años se dedicó a su profesión: Ayudar a recobrar la vista a sus semejantes. Desde temprana edad, luchó por la democracia, combatió dictaduras, sufrió encarcelamientos. Fue consejero de políticos, sin que el poder lo atrajese y mucho menos con galardones y prebendas. Fue hasta en el ocaso de su vida, que aceptó servir como Ministro de Relaciones Exteriores, dada su experiencia  y prestigio, después de lo cual se retiró a su hogar, donde reside con su querida Carmen, su esposa y madre de sus seis hijos, uno de los cuales sigue sus pasos, ejerciendo la Oftalmología en Liverpool, Inglaterra, el otro es Doctor en Filosofía, graduado en Alemania y que actualmente reside en Sao Pablo, Brasil, ya que además de filosofo es Administrador de Empresa. El tercero reside en Nicaragua y es Empresario.  Las hijas están casadas y dedicadas a su hogar.

¿Maestro, A que se debe que Nicaragua y otros países de nuestra Iberoamérica, no salen de la pobreza?
Por dos razones, no han creado un sentimiento de nación, de pertenencia, viven enfrascados en luchas intestinas por el poder y la otra es, la falta de educación en la mayoría de la población, esto es vital.