Saif al Islam, segundo hijo del difunto líder de Libia Muammar Gadafi, detenido en la cárcel de Zintan tras haber sido herido y capturado el 19 de noviembre, lamentó no haber tenido todavía la posibilidad de nombrar un abogado.
"Todavía no vi a un abogado", dijo Saif durante una reunión en la cárcel con Fred Abrahams, de la organización humanitaria Human Rights Watch.
Saif, de 39 años, se mostró en buenas condiciones de salud, excepto una herida en la mano derecha provocada por los bombardeos de la OTAN en el momento de la captura.
"Me tratan bien, no se practican torturas o cosas semejantes aquí. Al menos estoy en mi país", dijo el ex rostro moderado del régimen libio, que tiene una orden de captura de la Corte Penal Internacional de La Haya por crímenes contra la humanidad y por haber tenido un papel clave en la represión de la revuelta, ordenada por su padre.
"Lo que más me pesa es el aislamiento total. Necesito contactar a mi familia
o a mis amigos para encontrar un abogado", dijo Saif, que reveló haber recibido en la cárcel la visita de numerosos exponentes del nuevo gobierno, de comandantes militares y de lo que definió despectivamente como "el llamado primer ministro".
Los guardias que controlan a Saif lo definen como "nuestra caja negra", considerándolo depositario de muchos de los secretos del pasado régimen, incluyendo la suerte de numerosos disidentes desaparecidos tras el arresto.
Saif dijo al operador humanitario que un médico lo visita en la cárcel cada semana para curarle la herida de la mano derecha. "Fui herido en el valle de Zimzim, donde fueron muertos 26 de mis hombres", recordó.
Gerardo Barboza, M.Ed.
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