relación con las economías asiáticas. Con ese fin, Japón resulta de gran interés para nosotros por diferentes razones: en primer lugar, tenemos complementariedades interesantes y potencial para ingresar al mercado nipón con nuestra oferta exportable, principalmente con productos agrícolas; en segundo término, Japón cuenta con una valiosa experiencia en la participación en cadenas globales de valor - incluyendo algunas en las que Costa Rica también participa y en las que aspira a continuar escalando - por lo que estrechar nuestra relación adquiere particular relevancia para ampliar y fortalecer nuestra participación en esas y otras cadenas. La mano de obra calificada de Costa Rica y la experiencia en producción de valor agregado, junto con el desarrollo de la automatización japonés pueden permitir que ambas economías tengan una mayor participación en las cadenas globales de valor. Finalmente, Japón ha venido promoviendo diferentes iniciativas para prevenir el calentamiento global y la conservación del ambiente, mediante la utilización de fuentes de energía renovable. Nuestros países podrían compartir conocimiento y experiencias en áreas como desarrollo sostenible. De ahí, que estemos convencidos que un Acuerdo de Asociación Económica es un instrumento que nos permitiría establecer mayores beneficios” explicó la Ministra González.

Como pasos previos a la suscripción de un EPA, los jerarcas coincidieron en la importancia de promover actividades de negocios, como mecanismo para profundizar el conocimiento entre ambos países. Asimismo, acordaron llevar a cabo un seminario de inversión en Japón con sectores de alto potencial inversor, como el de energías renovables, con el fin de promover a Costa Rica como destino de inversión en este campo. Costa Rica puede convertirse en un socio estratégico en el desarrollo de instalaciones de alta eficiencia energética y equipo de ahorro de energía para este país.

Japón es uno de los principales proveedores de bienes de Costa Rica; entre ellos, vehículos y productos laminados. Durante el primer semestre del 2011, las importaciones desde ese país alcanzaron los US$ 269 millones mientras que  las exportaciones hacia Japón sumaron US$ 51 millones. Entre los principales productos exportados destacan los procesadores y controladores, partes y accesorios de computadoras  y el café sin tostar y sin descafeinar.