Otro tema sobre el que se pronunció el diplomático fue el posible conflicto militar entre EE. UU. e Irán. El viceministro anunció que “la intervención militar es inadmisible”, ya que en caso contrario “la situación se volverá aún más crítica”.

"Cualquier presión en torno a Irán no le beneficiaría a ningún país, ni siquiera a la nación que incite semejante conflicto”, declaró a su vez el viceprimer ministro ruso Dmitri Rogozin. “Esto provocaría una catástrofe en toda la región. Por eso Rusia hará todo lo posible desde el punto de vista de sus esfuerzos diplomáticos y de su influencia internacional, incluso sobre los países que ejercen dicha presión, para que el conflicto se resuelva cuanto antes”.

La solución política, según Gatílov, debe ser un objetivo principal para la comunidad internacional, ya que “el régimen de sanciones está agotado”. Al mismo tiempo, repitió que “el componente militar del programa nuclear iraní no está demostrado”.

Las autoridades iraníes también afirman que su programa nuclear no persigue fines militares y está destinado únicamente al desarrollo de energía atómica.

Al mismo tiempo, Gatílov se refirió a los trabajos de enriquecimiento de uranio al 20% en la planta cercana a la ciudad de Qom, que violan las decisiones de la OIEA y del Consejo de Seguridad de la ONU. “Aunque todo lo que tiene lugar en este objeto se ejerce bajo el control estricto de la OIEA, este no añade ningún factor positivo para el inicio de un proceso político”, destacó.