Contundentes son varias afirmaciones del Informe de la MOE-UE, como las siguientes:


De mucha importancia es el criterio de la Misión de la Unión Europea, coincidente con lo que han opinado los principales juristas del país, acerca de la constitucionalidad o inconstitucionalidad de la candidatura de Daniel Ortega, que de entrada tiñó todo el proceso electoral de ilegitimidad: “La candidatura a la reelección del Presidente Daniel Ortega fue declarada constitucional, en un proceso no exento de defectos procesales, por la sala de lo constitucional de la CSJ, que consideró que el principio de igualdad debía imponerse a la prohibición expresa de reelección consecutiva del Presidente contenida en el artículo 147 de la Constitución. Como en anteriores declaraciones, la Misión considera, sin entrar a valorar el fallo, que el único cauce apropiado para eludir la aplicación un artículo esencial de la Constitución, anclado en fuertes razones históricas comunes a muchos países de la región, no debe ser otro que su reforma previa por la Asamblea Nacional a través de los mecanismos establecidos en la propia Constitución”.
 
El Informe incorpora toda una serie de atinadas recomendaciones destinadas a recuperar la transparencia de los procesos electorales, todas las cuales requieren “de la existencia de un CSE comprometido con los principios de neutralidad, transparencia, independencia y sujeción a la ley”. Son 24 recomendaciones que abarcan los aspectos más importantes de los procesos electorales (administración electoral; circunscripciones electorales; padrón electoral y cedulación; quejas, impugnaciones y recursos; sumatorias y publicación de resultados; partidos políticos; medios de comunicación e igualdad de sexos). Si se diera seria atención a estas recomendaciones, Nicaragua tendría un marco electoral que realmente garantice el respeto a la voluntad popular. El actual no satisface los requisitos mínimos aceptables a nivel internacional.
 
Después de este Informe, digno de reconocimiento por su seriedad y profesionalismo, la pelota está en la cancha del gobierno. Se espera, a como lo dijo el eurodiputado Yáñez, que Ortega ofrezca “alguna señal” acerca de su voluntad política para restablecer la credibilidad de los procesos electorales, algo que interesa a todos los nicaragüenses y a la opinión pública internacional. Si el gobierno pone oídos sordos a las recomendaciones de este Informe, sobre él recaerá la responsabilidad por las consecuencias que se generen, que podrían conducir a la suspensión total de la cooperación internacional de un buen número de países amigos y la negativa del pueblo a concurrir a las elecciones municipales próximas.