Esta actividad tiene orígenes sangrientos, nació para festejar los brutales asesinatos de San Fermín y San Saturnino por su conversión al cristianismo, fue prohibida por la iglesia católica y aun así siguió siendo celebrada en España hasta lo que hoy en día se conoce como encierro de San Fermín, donde no solamente se irrespeta la vida de los animales causándoles daños físicos con el único objetivo de utilizarlos para placer y diversión morbosa y malsana, sino que además es arriesgada la integridad física y la vida de los seres humanos que participan de dicha actividad.

Pueden corroborar estos datos por ustedes mismos buscando información relativa en sitios populares como Youtube y la pagina www.isladelcoco.cr por mencionar solo dos, pero no hace falta mencionar más para darse cuenta que estas actividades no brindan nada positivo para la sociedad, muy por el contrario, promueven e incitan a la violencia, brindan una imagen tergiversada de otras formas de vida tal como son los toros, que originalmente son de naturaleza pasiva, salvo cuando son provocados bajo situaciones estresantes y agresiones físicas, provocando así un odio injustificado hacia esas criaturas, lo que deriva en odio e indiferencia hacia otras especies, incluida también la especia humana.

Como  Criminóloga me parece alarmante que se promuevan este tipo de actividades en nuestro país, que siempre se ha caracterizado por gozar de una buena armonía con la naturaleza y con la protección de toda forma de vida, y así se le vende su imagen al resto del mundo, si embargo poco a poco la sociedad costarricense se ha ido volviendo más y más violenta y eso es fácilmente comprobable con solo ver nuestros noticieros y medios de comunicación, a la vista de eso, me cuestiono, al igual que miles de costarricenses que se han manifestado en las redes sociales, si verdaderamente es necesario traer a Costa Rica un espectáculo que no solamente no es parte de nuestra idiosincrasia, sino que además promueve la sangre, la muerte, el odio entre especies, me parece que bastante sangre tenemos ya con las publicaciones que hacen algunos diarios en nuestro país, así como las tomas de prácticamente todos los noticieros, como para querer seguir despertando el morbo de los costarricenses con espectáculos sangrientos.

Los ticos tendemos a tomar todo en vacilón y de eso se aprovechan los empresarios inescrupulosos que no van a ir a exponer su pellejo en la dichosa actividad, sino solamente a recoger el dinero de los ignorantes que van a exponer sus vidas, sin embargo, esto es algo que requiere de madurez y atención, considero que no deben de prevalecer los intereses económicos de un sector sobre los valores y las buenas costumbres de toda una población. Hay que tener ética y pensar en el bienestar social, y dejar de lado el mediocre pensamiento de "cada quien con su vida, si no le gusta no lo vea o no vaya, o hacerse de la vista gorda" por ese tipo de pensamientos es que la moral de los costarricenses va en picada y considero que todos tenemos el deber civil de evitar que continúe así y además tratar de levantarla.

No tengo ningún interés particular en boicotear esta actividad, simplemente me siento con el deber moral y cívico de expresar mi rotunda oposición ante un espectáculo que a todas luces es brutal y sanguinario y que ni siquiera es parte de nuestra cultura, sino que viene a acrecentar la indiferencia y la violencia social.

Otro punto es el hecho de que la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), no se encuentra en sus mejores momentos, como es del conocimiento de todos los costarricenses, y sin embargo se va a tener que ver en la obligación de atender a personas que por su gusto y voluntad propia van a salir lesionados gravemente. ¿Con qué necesidad se tienen que saturar los servicios de emergencias y movilizar unidades de Cruz Roja para atender a personas que si se dedicaran a hacer cosas productivas no tendrían por que salir lastimados? ¿Es eso justo para los demás costarricenses? ¿Es eso justo para el Estado?

Si queremos una Costa Rica mejor, trabajemos en el rescate de valores (paradójicamente así se llama una de las campañas de Predegal, quienes predican una cosa y al quitarse la sotana actúan de otra forma), ustedes como autoridades deben velar por el bienestar social y no permitir que se traigan al país espectáculos que recuerdan a los gladiadores romanos, ¿cómo es posible que alguien pague por ver cómo un toro clava sus cuernos en el recto, estómago, extremidades, cara y  demás partes del cuerpo de un ser humano? La pregunta más bien es: ¿Es esto un espectáculo? ¿Es esto un espectáculo familiar? Porque así lo está promoviendo la empresa organizadora. ¿Son estos los valores con los se quiere educar a las futuras generaciones?

¡Eso no es lo que yo quiero para mi país, y no soy la única!

Por favor les pido tomar en cuenta mi opinión y la del resto de los costarricenses que nos oponemos a la implementación de esta actividad en el país, yo todavía creo que nuestros gobernantes, si bien todos sabemos ya no son tan abnegados en su labor como antaño, aun son capaces de hacer cosas buenas por el país, por favor les pido que hagan consciencia sobre qué es más importante en estos momentos, ¿qué es más necesario para el país: promover actividades sanguinarias extranjeras que en otras culturas ya se están tratando de erradicar, solo para alimentar el bolsillo de los que de por sí ya nada les hace falta, o despertar una consciencia social sobre la necesidad de detener la violencia que se ha estado generando en nuestra cultura?

Les dejo la inquietud queridos lectores, y espero tomen la decisión correcta, no para complacerme a mí, no para complacer a los que nos oponemos a esta actividad, si no la decisión correcta para el bien de nuestra sociedad.