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Parmenio Medina, ''Su Crimen, Una Mancha en Nuestra Libertad de Prensa'' - TicoVisión

Publicado en 03/05/12 a 14:07:07 GMT-06:00 Por Administrador

Parmenio Medina Pérez, un MARTIR por la defensa de la VERDAD, la LIBERTAD DE EXPRESIÓN y la LIBERTAD DE PENSAMIENTO.

Parmenio Medina, "Su Crimen,
Una Mancha
en Nuestra Libertad de Prensa"

Por el Lic. Julian Frech Ayub

En un día tan especial como hoy, en que se celebra “La Libertad de Prensa” a nivel Internacional, así declarado por Las Naciones Unidas (ONU), era una obligación moral y ética remembrar a un “PERIODISTA” practicante y defensor de esa “Libertad” tan avasallada en tantos países del mundo, y que a Parmenio, le costó su vida defender, quedando así una GRAN MANCHA en esa “Libertad de Expresión que Ostentamos”, y un enorme espacio en blanco por su pérdida.

Este verdadero defensor del ¡Libre Pensamiento!, merece un lugar muy especial en nuestros corazones, en nuestro intelecto, pero sobre todo, merece un LUGAR MUY ESPECIAL en algún punto físico de nuestra capital (San José), que nos mantenga fresca la memoria recordándonos que ¡todavía falta mucho por hacer! Todos los comunicadores, periodistas profesionales, periodistas empíricos etc., debemos avocarnos y aportar de acuerdo a nuestras posibilidades para levantar un monumento a tan ¡magno hombre!; ante lo anterior, me permito la libertad de llamar a esta tarea a don José Rodolfo Ibarra, presidente del Colegio de Periodistas

Parmenio Medina Pérez, periodista amante de la “Libertad de Pensamiento, en cabina en su acostumbrado y polémico programa radial “La Patada”. ¡Honor a quien supo anteponer sus principios, su ética y su patriotismo al mayor costo que todo ser humano puede pagar… SU VIDA!

(COLPER), para que se convierta en vocero y convocador de esa colecta tan necesaria para el “gremio”.

Parmenio Medina Pérez, nació en Antioquia, Colombia, un 2 de enero de 1932. Emigró a Costa Rica, tierra que convirtió en la suya con todo el corazón, mismo con el que la amó y la defendió hasta entregar su vida por ella un 7 de julio del 2001.

A causa de su trabajo, obtuvo numerosos enemigos en muchas parcelas de poder e influencia en Costa Rica, y recibió muchas amenazas de muerte por ello, hasta que ese fatídico 7 de Julio, una de esas amenazas se hizo realidad y desgraciadamente, con profunda pena tengo que admitir, que su atroz crimen permanece aún impune por causas que desconocemos de nuestro fallido “Poder Judicial”[/b así como por falta de compañerismo y acción de todo el gremio de colegas que unidos debiéramos seguir investigando profundamente, y ejerciendo fuerzas de presión hasta encontrar y condenar a los verdaderos artífices de su muerte.

A pesar de que existen evidencias que relacionan al sacerdote Minor Calvo con las mafias colombianas, y serios indicios de su participación o inducción para cometer el crimen, hoy en día sus autores (físicos e intelectuales) siguen sin ser detenidos. Pero más grave aún, ha sido “Vox Populi”, que es la “Voz de Dios” (Vox Dei), de que políticos de envergadura, e intereses de grupos económicos, se encuentran detrás de este imperdonable crimen, y no hemos sabido ejercer la presión al Poder Judicial para que se profundice hasta dar con los culpables; aunque sean afines a muchos miembros de ese ¡tan importante Poder de la República!

En el 2006, vino a mí una pequeña y humilde reflexión, algo que estoy dejando plasmado para meditación de las generaciones actuales y futuras: “No hace tanto daño la maldad de los malos, como el SILENCIO de los buenos. ¡CALLAR ES SER CÓMPLICE!”… ¿Deseamos quedar como cómplices por nuestro silencio e inactividad?