Redacción.- 
Según algunos analistas políticos colombianos, el nuevo Presidente de ese país, Juan Manuel Santos, con las decisiones anunciadas la semana pasada, ha comenzado a tomar prudente distancia de su ex compañero Álvaro Uribe.

La designación de María Ángela Holguín como Canciller de la República cayó bien, dice el diario El Tiempo.

Holguín es recordada, entre otras cosas, por haber renunciado a la Embajada en Naciones Unidas en marzo de 2005, cuando le trataron de imponer cuotas políticas. Inclusive rechazó la Embajada en París, como premio de consolación. Esos hechos hablan por ella.

Su propósito inmediato es "recomponer" las relaciones con Venezuela, Ecuador y Nicaragua. El que sea recordada y apreciada en Caracas por su desempeño como embajadora, hace esperanzador su propósito.

Como dice Angélica Rettberg, doctora en Ciencia Política de la Universidad de Boston y profesora de la U. de los Andes, "en contraste con lo que muchos pensaban, Santos ha hecho un gran esfuerzo por diferenciarse del gobierno saliente", "Se está viendo al Santos tecnócrata, aunque muchos pensaban que era un politiquero.

Los nombrados no son cuotas de partidos sino expertos en áreas", dijo el profesor Felipe Botero, doctor en Ciencia Política y catedrático de la U. de los Andes.