trabajaban y se aseguraban que tuviéramos un techo que nos protegiera de la lluvia, un alimento caliente durante la noche y una cama donde descansar y protegernos del frío.

Estos niños y niñas, así como las madres de familia en hogares donde existe mucha agresión y pobreza, requieren de una mano amiga y una oportunidad en la vida que les permita subir un peldaño en la escala social, que les abra puertas a nuevas oportunidades para ellas y sus hijos e hijas.

En Barrio Cristo Rey, lado sur de San José, donde incluso se criaron personas que hoy en día son exitosos médicos, existe una pobreza tan grande que se requiere de un esfuerzo titánico por sacarlos adelante.
 
Así nació la Asociación Obras del Espíritu Santo, quienes guiados por el Presbítero Sergio Valverde y con la ayuda milagrosa del Espíritu Santo, todos sus miembros llenos de Fe y esperanza, ayudan día a día en la alimentación de 800 comidas diarias. Los números por sí mismos no nos muestran lo que eso significa y por ello se los pongo de otra forma: Se requieren 6 toneladas de arroz al mes y 5.5 toneladas de frijoles, así como pescado, carne, pollo y otras fuentes de proteínas, para poder alimentar mensualmente a todos esos niños, niñas y adultos mayores que no tienen acceso al alimento diario.

Muchos preguntarán ¿y el IMAS? ¿El Estado? ¿Los impuestos que pagamos? La respuesta es sencilla. Ellos han ayudado ¨ un poco ¨ en todo lo que se requiere. Varios Presidentes de la República, han pasado por ahí prometiendo como siempre, pero cuando llegan al poder, no se les vuelve a ver. El Padre Sergio, nos contaba una anécdota de una señora mayor que se puso muy feliz cuando en las elecciones nacionales, se tuvo que recurrir a una segunda ronda. Un poco contrariado por la felicidad de la señora el Padre le preguntó de qué se alegraba tanto si eso era un gasto enorme para el Estado. Sorpresa se llevó el Padre cuando la señora en forma sencilla y humilde le contesta: Padre, es que cuando hay elecciones siempre vienen aquí a pedir los votos, y es cuando mejor comemos!

La venta de drogas en las casas vecinas e incluso en la calle, ha sido una lucha constante. Se ha logrado con el esfuerzo de muchos, levantar un recolector y clasificador de basura que le genera ingresos a las madres que llevan la basura de la escuela de sus hijos para obtener un ingreso adicional. Una tienda de ropa usada, donada por gente de gran corazón, ayuda a que puedan cambiar lo que obtienen por la basura y convertirlo en ropa para su familia ó en alimentos enlatados que ciertas empresas donan a la Obra. De esta forma, la basura de las escuelas se convierte en el alimento y vestido de unos y otros.

Además, con la ayuda de empresarios privados se logró conseguir la donación de dos contenedores que la Clínica Bíblica remodeló y convirtió en aulas para el uso de los niños y adultos en la preparación de programas informáticos sencillos, pero que les servirían para mejorar sus puestos en los lugares de trabajo. Un banco privado, cambió su equipo de cómputo y donó los equipos viejos que sirven para que esos niños y niñas, padres y madres, logren prepararse mejor con ayuda de profesores de la Fundación Omar Dengo.

Como si eso fuera poco, con el esfuerzo de particulares, se logró conseguir unos terrenos donde antes se vendía droga y se convirtieron en cuatro aulas para dar educación a los niños, esto con el fin de evitar que estuvieran jugando en la calle y pudieran caer en manos de pedófilos o drogadictos que los terminarían de perder.

Todo lo anterior, es solo una parte de toda esta gran Obra.

Hoy, nos encontramos promoviendo la construcción de unos edificios de apartamentos, sencillos pero a ser construidos con el corazón, mucha Fe y esperanza. Edificios que servirán de hogar para muchas madres y sus hijos, que hoy en sus casas han visto brotar del suelo, el agua de la lluvia, los insectos que se mezclan con la comida que darán a sus hijos, la tierra donde se acostarán a descansar esperando el próximo amanecer.

Es por ello que hemos programado un viaje a los destinos antes indicados, donde en compañía del Espíritu Santo y la ayuda de gente muy querida, nos reuniremos en la Organización de las Naciones Unidas con representantes de otros países y organizaciones en las que buscaremos el apoyo necesario para la construcción de esta obra. Veremos a costarricenses que viven ahí, a quienes les pediremos ayuda para que por medio de sus contactos, presenten este proyecto y traten de obtener ayuda para esas familias. Nos reuniremos con empresarios que pueden tener o conocer gente con capacidad económica de ayudar a los necesitados, todo con el fin de poder dar un techo a tanta familia que lo necesita.

En Costa Rica, la corrupción, el abuso y la burocracia ha matado muchos proyectos. Los políticos de turno se olvidan de que fueron electos por el pueblo para gobernar para el pueblo, y es ese pueblo que ahora los necesita y a los que tienen abandonados. Por ello, los particulares, debemos buscar la forma de suplir lo que los gobernantes no cumplen y así, nosotros, como mano solidaria no reconocida por el Estado, estamos en la obligación moral de ayudar a los que lo necesitan, ya que no tenemos tiempo para seguir esperando por un Estado infiel a sus principios. ¿Qué daríamos de comer a esa gente mientras esperamos por un bono? ¿Qué le decimos a un niño que llora por hambre? ¿Qué le decimos a un anciano, cuyo cuerpo ha llevado sol de tanto trabajo y que ahora, en el ocaso de su vida, no tiene una cama y un colchón donde poner sus huesos a descansar luego de caminar durante el día?

No señores y señoras, ya no podemos contar con el Estado. Debemos buscar dos cosas primordiales: 1- Ayudar a los que no tienen, y 2- Luchar contra la vulgar corrupción Estatal, sin perder la esperanza de que algún día, los políticos de turno, puedan ver a la cara de aquellos que los eligieron y les digan hemos cumplido, aquí le ayudamos a cubrir su necesidad.

Mientras tanto, con Fe, Esperanza y en compañía del Espíritu Santo, viajaremos a pedir a otros que nos ayuden, rogando que nos guíen en las reuniones a celebrarse. Si logramos nuestro objetivo, habremos puesto nuestro grano de arena en la ayuda a los más necesitados, lo cual será más de lo que podemos esperar del Estado que hoy nos ahoga.